Desde mediados del mes de octubre, caravanas de migrantes han estado viajando hacia el norte desde América Central cruzando por México. El grupo incluye a personas de todas las edades, incluidas familias y niños, muchos de los cuales escapan de la violencia y la pobreza en busca de asilo en los Estados Unidos y México.
Pero en lugar de reaccionar con compasión y humanidad, el presidente Trump presenta a los migrantes como una amenaza a la seguridad para promover su agenda antiinmigrante. Trump ha desplegado miles de tropas militares en las comunidades fronterizas y ha intentado restringir aún más la capacidad de los migrantes para solicitar asilo.
El 10 de diciembre, más de 100 líderes religiosos de todo el país participarán en una acción directa no violenta en la frontera de E.U. Y México en San Diego, California. El evento dará inicio a una semana de acciones en las comunidades de los E.U., Exigiendo el fin de la militarización de la frontera y políticas de inmigración humanitaria que respeten los derechos y la dignidad de todas las personas.